sábado, 8 de diciembre de 2007

Cartas de guerra

No sé si alguno de mis lectores además de Kan sabe esto, estoy viviendo en Alemania.Llevo ya varios meses viviendo en este país lejos de mi tierra y mi gente.Hace un tiempo recibí un e-nmail de una amiga en México que me contó que perdió su empleo como maestra de arte en una escuela publica en Yucatán, que sus maestros de música en el CEMUS en Merida están a punto de ser corridos por la nueva administración de la secretaría de cultura en el estado y que todo se ha vuelto gris y obscuro pues olvidamos la belleza.Quiero compartir con ustedes parte de lo que le respondí, el mensaje está cortado en varios puntos por respeto a mi periodicidad, espero que logren entenderle............Este mundo ya no tiene lugar para los débiles ni para los sensibles, ni para nada; tampoco tiene tiempo para el amor, la belleza o el arte, se ha convertido en una especie de carrera de ratas enloquecidas atropellandose unas a otras en frenesí obsesivo por llegar a una meta que todas ignoran donde se encuentra arrasando de paso con todo lo que alguna vez fue bello. Todos tratan de ser el mejor, todos tratan de ser el mas fuerte y ya no sienten; tienen ojos y no quieren ver, tienen orejas y no quieren oír y su piel se ha vuelto insensible a las caricias de la vida simple en su tonto afán de "triunfar" sea lo que sea que eso signifique...............Me parte el alma en dos todo lo que me has contado, no puedo asimilar que todo eso pase.Malditas mentes grises que destruyen todo lo que pudo ser bello, maldita sea la hora en que olvidamos que existía la belleza y nos enfocamos en el maldito dinero y el podrido control. Odio con todo mi ser a ese maldito disque gobierno que pomposamente se sienta sobre el trono llevándose a sus arcas lo que es para el pueblo, robándoles sin vergüenza alguna la oportunidad de conocer la belleza, de comprender lo que es la libertad...........Cada día que paso acá odió mas a mi gobierno, cada día veo algo nuevo que ellos tienen y me pregunto "por que nosotros no podemos siquiera pedirlo?, por que tenemos que aguantarnos con las ganas de tener?". Las quejas de la gente de acá me hacen reír y llorar a la vez, cada vez que los escucho quejar de que hay 4 millones de desempleados en el país y en mi cabeza me pongo a pensar que esa es la cantidad de los niños de la calle en la ciudad de México. Detesto a los que nos oprimen y al pueblo de agachados también le tengo ira por dejar que los supriman y caminar como autómatas besándole los pies otras cosas a los que los hicieron esclavos.

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